8 consejos para entrenar con una máquina de remo
Si quieres sacarle todo el jugo a las máquinas de entrenamiento, lo ideal es escuchar a quienes ya tienen tiempo trabajando con dichas máquinas. Por eso, hoy os vamos a obsequiar varios consejos para entrenar con una máquina de remo para casa que seguro y os son bastante útiles.
Más calidad que cantidad
Cuando estamos hablando con colegas que también entrenan, siempre sale a relucir la misma pregunta “¿Y cuántas repeticiones realizas?”. Existe una especie de obsesión en el mundo fitness por siempre ser mejor a los demás, y no nos malentiendas, eso está bien.
Elige una máquina de calidad
Si entrenas en gimnasio y estás pensando en comprar una máquina de remo para el hogar, cuidado con la que eliges. No todas las máquinas de remo ofrecen la misma experiencia. Y claro, a esto deberás sumar información clave como tu estatura y peso, que es determinante para la elección.
Mejora la técnica
La técnica hace al maestro. Y aunque sí, puedas decir que tu técnica está bien, más de una vez he notado que se puede mejorar la misma en alguien más, y hasta he tenido que corregir errores propios.
Cuidado con la postura
Ejercitarte en máquina de remo puede ser lesivo para la espalda. Por eso, uno de los consejos para entrenar con una máquina de remo que puedo darte, es que cuides tu postura antes de iniciar, y que vayas revisándola cada cierto tiempo.
Empieza suave
A veces nos emocionamos tanto con la máquina, que vamos a tope desde un principio. Esto puede aumentar el riesgo lesivo. Quizás nuestros músculos y ligamentos no están preparados para una actividad física agresiva.
Dale con todo
Nunca está demás retarte. Con cada sesión, saca todo tu potencial, y da el todo. Eso sí, en la máquina de remos es más importante la calidad x cantidad que cantidad x velocidad, así que realmente no es importante que al sacar toda tu energía lo hagas a toda velocidad.
Lleva un control
Revisa la intensidad de tu ejercicio, y ten un control. Si eres muy nuevo, podrías lastimarte, así que lo ideal es monitorizar tus pulsaciones cardíacas.
Cuidado con los dolores
En serio. No deberían haber dolores fuera de lo común, más allá de la fatiga muscular. Si empiezas a desarrollar un dolor en brazos, piernas, espalda o cuello, puede que estés haciendo algo mal. Acude a tu médico de confianza, y consúltale.